La difícil unidad de la derecha. |
El encuentro que mantuvo Posse con Macri y
Cariglino provocó la reacción del espacio de Moreau y Storani y podría romperse
el compromiso de unidad alcanzado. El alfonsinismo se mantuvo al margen de las
críticas a su aliado.
El frágil acuerdo alcanzado la semana pasada para evitar las internas en
el radicalismo bonaerense quedó anoche al borde de la fractura. El encuentro
protagonizado el sábado por el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, con el
jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y su par de Malvinas Argentinas,
Jesús Cariglino, provocó la reacción del espacio Nuevos Aires –integrado por
los dirigentes Leopoldo Moreau, Federico Storani y los intendentes Mario Meoni
y Héctor “Cachi” Gutiérrez–, que advirtieron sobre los “obstáculos insalvables”
que surgen a partir de aquella reunión y del pronunciamiento de Po-sse a favor
de una alianza de todas las fuerzas políticas no kirchneristas. Anoche, el
sector que conduce Ricardo Alfonsín mantenía una reunión con Posse y otros
dirigentes aliados para analizar la situación. En el alfonsinismo, por lo
pronto, preferían no criticar públicamente la movida de su flamante aliado.
Después de la intervención judicial que
suspendió la elección interna por irregularidades en los padrones y de las
trabajosas negociaciones para evitar la confrontación, la semana pasada la UCR
había alcanzado un delicado equilibrio y una lista de unidad. El sector de
Alfonsín y Posse se quedaba con la presidencia del Comité y la Convención
provincial y con los titulares de los bloques legislativos. Entre ellos se
repartían después el bloque de senadores y el Comité provincial para Alfonsín y
el bloque de diputados y la Convención provincial para Posse. El espacio Nuevos
Aires obtenía en cambio los cargos para la minoría, como la Secretaría General
del Comité y lugares en la lista de delegados al Comité Nacional para Meoni y
Gutiérrez.
Pero todo el acuerdo se desestabilizó
con el pronunciamiento de Posse, el sábado: “Nuestra foto demuestra que, más
allá de nuestra filiación política, hay un vínculo que nos une para frenar los
problemas de la gente. Se necesita la unión de muchos partidos políticos para
parar el atropello del gobierno kirchnerista”, sostuvo el intendente, acompañado
por Macri, Cariglino y referentes del denarvaísmo.
La imagen y las palabras, que no habían
sido consensuadas con los otros espacios, provocaron descontento en el
alfonsinismo. Sin embargo, prefirieron el silencio frente a la actitud de su
aliado.
“La decisión de un sector partidario de
alentar un frente electoral con Macri, Cariglino, De Narváez y sectores del PJ
disidente ha levantado obstáculos insalvables para la concreción de una lista
única de la que resulten elegidas las autoridades provinciales de la UCR”,
afirmaron desde Nuevos Aires, luego de una reunión del espacio en La Plata.
“En este marco de complicidad en el que
Ricardo (Alfonsín) no se pronuncia, nosotros no vamos a ningún acuerdo. No
vamos a permitir otra vez una alianza contra natura como la de De Narváez”,
señaló a Página/12 Cecilia Moreau, quien consideró que la postura de Posse
puede terminar en una nueva fractura de la UCR, más adelante.
“Posse no tiene pruritos en hacer un
acuerdo con nadie para frenar la re-reelección, pero él se enmarca dentro de la
orgánica del partido. No quería este efecto, fue un error de análisis porque no
midió el impacto. Pero nosotros no nos vamos a enojar con Posse ahora, que es
lo que está buscando Moreau”, señaló un dirigente alfonsinista.
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