El proyecto presentado tiene en cuenta la falta de regulación de los buzones, y señala que muchos se instalan “en lugares peligrosos para los empleados repartidores de correspondencia y/o volanteros, que por comentarios de estos empelados se observan buzones que vienen adicionados el sistema de timbre (llegando a recibir descargas eléctricas), otros ubicados distantes de la línea municipal y con rejas de por medio, con animales sueltos (recibiendo mordeduras y en la mayoría de los casos un gran susto), como también con bocas demasiado chicas que lo hacen inefectivos. La suma de estas causas, resulta en la no entrega efectiva de la correspondencia y llegando en muchos casos, por efectos del viento, a ensuciar la vía pública”.
El proyecto en sí señala algunas modificaciones:
Una es que “serán colocados sobre la Línea Municipal, próximo a la entrada del edificio, de fácil visualización para el empleado repartidor de correspondencia”.
Otra de las modificaciones indica que la boca del buzón debe ser “colocada en el frente de la parte superior del cajón, de medidas mínimas de 25cm. por 5cm. y el cajón adosado a la boca con medidas mínimas de 25cm por 15cm.”
Por último señala que los buzones “serán colocados en un lugar público y común del edificio, próximo a la entrada desde la vía pública y de fácil acceso al empleado repartidor de correspondencia.”
Cuento para todos: de los orígenes a la actualidad
Hace 10 años
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