Luego de
la proyección del documental, que se realizará el sábado 14 a las 18, se charlará acerca de sus
protagonistas, Cacho Scarpati, Francisco y Abel Madariaga, y además de:
militancia, derechos humanos, dictadura, apropiación de menores. En Drago
2226 - Villa Adelina - San Isidro
Organizan:
ONG
Brazos Abiertos
Juventud
Peronista 26 de Julio (Zona norte)
El Campito y la película
“El Campito es el nombre que se le dio a uno de los mayores Centros
Clandestinos de Detención Tortura y Exterminio de la última dictadura militar.
Estaba ubicado en Campo de Mayo, formando parte de un circuito de instalaciones
por el que se calcula que desaparecieron de 3.500 a 5.000 personas, en su gran
mayoría militantes de la columna norte de Montoneros y del PRT, así como
trabajadores que integraban las comisiones internas de las numerosas fábricas
de la llamada "Zona 4". Esta zona abarcaba varios partidos del
conurbano y otros de la provincia de Buenos Aires, desde la General Paz hasta
Zárate y Campana.
Sin embargo pocos lo conocen. Sólo un arduo trabajo de encubrimiento puede explicar ese vacío de representación en el territorio de la memoria compartida.
Sin embargo pocos lo conocen. Sólo un arduo trabajo de encubrimiento puede explicar ese vacío de representación en el territorio de la memoria compartida.
En 1979 las instalaciones de El Campito fueron destruidas previamente a
la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
El lugar fue reconocido por Cacho Scarpati en 1984, militante montonero que estuvo 6 meses detenido- desaparecido en el lugar en el año 1977. Logró escaparse durante un "paseo" y huir a España, donde comenzó a construir la denuncia sobre el lugar y su funcionamiento.
Su historia se entrecruza con la de Abel Madariaga y Silvia Quintela Dallasta, militantes peronistas de Zona Norte de la provincia de Buenos Aires, quienes esperaban a su primer hijo cuando una patota militar secuestró a Silvia, llevándola detenida al Campito. Allí Silvia dio a luz a Francisco, quien recuperó su identidad luego de 33 años, gracias al trabajo incansable de las Abuelas de Plaza de Mayo y de su padre, Abel Madariaga, el secretario de Abuelas.
El trabajo arqueológico, realizado por el Equipo de Antropología Forense y Abuelas de Plaza de Mayo, bajo la dirección del arquitecto Marcelo Castillo, ha permitido confirmar las denuncias de Scarpati y otros sobrevivientes.
Desde el año 2003 hasta la fecha, con la nulidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida se habilitó la reapertura de los procesos a los militares y civiles que participaron en el terrorismo de Estado.
Los juicios son la etapa final de un largo proceso de construcciones colectivas de la memoria y la justicia en el país. Este documental es un pequeño aporte para poder estructurar de un modo más coherente la lógica del genocidio y la multitud de relatos que los Juicios de Lesa Humanidad están recuperando.
Nuestro documental surge del segundo de los juicios de la Megacausa “Campo de Mayo", como consecuencia de las tareas de difusión, movilización y acompañamiento a los querellantes. El juicio terminó como una fiesta que esperó tres décadas para poder realizarse. Un ruido y un colorido contagiosos, que invadieron la frialdad solemne y burocrática de los tribunales.
Los constructores de la memoria siguen descubriendo aspectos nuevos del genocidio, así como chispazos de luminosa dignidad, que permanecían ocultos como los cimientos de El Campito. En el camino continúan surgiendo preguntas sobre cómo seguir adelante, cómo actualizar la memoria para que siga viva, acompañando los conflictos del presente, construyendo nuestra identidad como pueblo.”
El lugar fue reconocido por Cacho Scarpati en 1984, militante montonero que estuvo 6 meses detenido- desaparecido en el lugar en el año 1977. Logró escaparse durante un "paseo" y huir a España, donde comenzó a construir la denuncia sobre el lugar y su funcionamiento.
Su historia se entrecruza con la de Abel Madariaga y Silvia Quintela Dallasta, militantes peronistas de Zona Norte de la provincia de Buenos Aires, quienes esperaban a su primer hijo cuando una patota militar secuestró a Silvia, llevándola detenida al Campito. Allí Silvia dio a luz a Francisco, quien recuperó su identidad luego de 33 años, gracias al trabajo incansable de las Abuelas de Plaza de Mayo y de su padre, Abel Madariaga, el secretario de Abuelas.
El trabajo arqueológico, realizado por el Equipo de Antropología Forense y Abuelas de Plaza de Mayo, bajo la dirección del arquitecto Marcelo Castillo, ha permitido confirmar las denuncias de Scarpati y otros sobrevivientes.
Desde el año 2003 hasta la fecha, con la nulidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida se habilitó la reapertura de los procesos a los militares y civiles que participaron en el terrorismo de Estado.
Los juicios son la etapa final de un largo proceso de construcciones colectivas de la memoria y la justicia en el país. Este documental es un pequeño aporte para poder estructurar de un modo más coherente la lógica del genocidio y la multitud de relatos que los Juicios de Lesa Humanidad están recuperando.
Nuestro documental surge del segundo de los juicios de la Megacausa “Campo de Mayo", como consecuencia de las tareas de difusión, movilización y acompañamiento a los querellantes. El juicio terminó como una fiesta que esperó tres décadas para poder realizarse. Un ruido y un colorido contagiosos, que invadieron la frialdad solemne y burocrática de los tribunales.
Los constructores de la memoria siguen descubriendo aspectos nuevos del genocidio, así como chispazos de luminosa dignidad, que permanecían ocultos como los cimientos de El Campito. En el camino continúan surgiendo preguntas sobre cómo seguir adelante, cómo actualizar la memoria para que siga viva, acompañando los conflictos del presente, construyendo nuestra identidad como pueblo.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario