Ricardo Aragona es frutihorticultor, preside la cámara del sector y el mercado mayorista de Beccar. Es concejal por la Coalición Cívica ARI y candidato a intendente de San Isidro por esa fuerza. Tiene 60 años, vive en el barrio Las Carreras, toda su vida fue vecino del distrito y está en el ARI desde 2003, aunque sus tareas en la cámara sectorial y en actividades como la Red Solidaria de Ayuda al Consumidor le dieron una experiencia social, como la de pocos dirigentes locales.
-San Isidro parece poder administrarse sin sobresaltos, el estándar de vida de la mayoría de los vecinos es alto; los recursos no faltan ¿Es así?
-San Isidro puede estar diez veces mejor. Con el presupuesto que tiene, la capacidad contributiva de la gente, las tasas que se recaudan y las coparticipaciones que se reciben, se podrían hacer más cosas o, por lo menos, las mismas cosas mucho mejor.
-¿En qué temas se puede mejorar?
-Hay un tema que parece bien manejado y no lo es: la salud. Hay que trabajar en prevención, para que la gente no llegue a los hospitales. Es menor la inversión que requiere la prevención que la persona enferma. La capacidad humana y la edilicia están. No muchos municipios destinan la plata que destina San Isidro en salud por falta de eficiencia ¿Por qué no se implementa medicina de familia. Con médicos por región o manzana que sigan la salud de cada familia? En lugar de un brote, una epidemia, la enfermedad se pararía en la familia.
-La Intendencia se queja de que vienen vecinos de otros distritos al hospital municipal…
-San Isidro tiene que ser solidario y hacer acuerdos con los municipios de la región, para que los vecinos no tengan que cambiar su domicilio, es una mentira esto, y que la comuna tenga compensación. Es un acuerdo político de lo más razonable, se resuelve con una negociación política. No hay que dejar a nadie sin la posibilidad de salud.
-¿Hay otros temas?
-La Intendencia trabaja mucho con cámaras, pero para represión. Tiene deficiencias muy grandes en prevención y mitigación. Seguridad no es sólo tecnología sino capacitación de la gente detrás, para que el recurso tecnológico sea eficiente. Pero no termina allí. Es educación, cultura, salud, acción social. Dar herramientas de ascenso social. Una es el empleo. El municipio puede generarlo. Los municipios antes eran administradores, ahora son mucho más. Tienen que ir al núcleo de las familias con problemas. Que Acción Social trabaje para mostrarles que hay otro camino. La reinserción de esas familias será mucho más fácil. La minoridad es fundamental. Un proceso de mediano y largo plazo que se debería tener en cuenta para que los niños, sus familias y esos bolsones con vulnerabilidad social extrema sean contenidos y tengan oportunidad de salir. Tiene que haber un sistema mucho más sólido que el bolsón de comida, que el asistencialismo.
-¿Cómo se mitiga?
-Un hecho afecta a alguien y a su familia. Tiene que haber contención rápida (de la comuna), no solo en los grandes hechos que aparecen en los títulos (mediáticos) sino en lo cotidiano también. Se requiere atención psicológica, de seguimiento, para que la población esté y se sienta tranquila, contenida y escuchada.
-¿La Intendencia promueve canales de participación vecinal?
-No, ahí veo una deficiencia muy grande. Nuestro bloque presentó tres proyectos: la defensoría del pueblo, audiencias públicas y consulta popular. Ninguno está instrumentado. Por qué tenemos que delegar al Ejecutivo temas que deben pasar por el Concejo. No es un municipio que está en crisis. Hay que ir hacia mayor participación. Que el vecino sea responsable del futuro y no que un intendente decida lo que le parece. Hay que democratizar el distrito y no se hace por miedo a que el poder se les vaya de las manos. Para mi el poder lo tiene la gente, no quien administra, es decir, el intendente. Si uno le da el poder a la gente la que decide es la gente.
-¿Qué escenario ve para 2011 respecto del oficialismo?
-Pienso que no va a ir con el partido vecinalista. Va con la UCR. Por lo menos es lo que se muestra hasta ahora. Por eso Elisa Carrió se lanzó con la Coalición Cívica ARI. No vio una respuesta coherente de la UCR. Por ejemplo, qué confianza se le puede tener a (Julio) Cobos si compartió fórmula con el kirchnerismo. Después, la actitud de la UCR en el Congreso, en lugar de discutir el presupuesto, le deja a la presidenta las manos libres. Hay que poner límite a esas cosas. En la última sesión, en San Isidro, se sub estimaron como mínimo 15 millones de pesos del presupuesto. Hay 2.000 trabajadores en Salud, de los cuatro mil y pico en total; les van a dar 10 % de aumento (salarial) hasta las paritarias. Por qué los perjudican, si sabemos que la inflación está entre el 25 % y el 30 %. Son pautas de equidad social. Hay que saber dar para recibir.
-¿Ustedes van a hacer alianzas?
-Podría haber algún acuerdo si el otro partido que se suma a nosotros acepta las condiciones éticas y morales que nosotros pretendemos. No queremos torcer más nuestro rumbo.
-¿Su experiencia social lo condiciona para conducir una estructura férrea como un municipio?
-En la experiencia con la Red Solidaria de Apoyo al Consumidor, con 42 instituciones de diferentes ideologías políticas, desde una cámara empresarial hasta APYME, aprendí que si son ciudadanos que tienen ganas de que las cosas vayan para mejor no tenemos que fijarnos en el partido político. Tenemos que ver cómo armamos ese equipo, para que todos aprendamos unos de otros, avancemos en mejorar la calidad de vida de la gente. Esa pluralidad de ideas es una riqueza que no se aprovecha hoy.
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