domingo, 23 de octubre de 2011

Juan Disante señala unas primeras impresiones sobre los comicios

A) La consolidación de dos polos políticos de nuevo tipo y por primera vez en la historia argentina:

1) Pinguinos. La instalación definitiva del Kirchnerismo como una fuerza que plantea una fuerte política de Estado y tratando de consolidar un proyecto nacional y popular con algunas contradicciones y vacilaciones. Una política económica que avala definitivamente el consumo interno y confronta con las políticas neoliberales. Vuelve a traer a la orden del día el papel activo del Estado interviniendo en el control de la economía, pero sin decidirse a llevar adelante un proyecto de fuerte sustitución de importaciones. El marco definitivo que consolida los nuevos procesos, es la permanencia del crecimiento de alrededor del 8 % de la economía nacional. Este muro de contención derriba cualquier intento firme de oponerse al proyecto.
Esta alternativa termina de capitalizar a todo el peronismo histórico y va absorbiendo pausadamente a los disidentes peronistas.
En la evidente fuerte recuperación de Cristina sin Néstor, se juega en lo inmediato: la profundización del rumbo, la corrección de ciertos errores, la limpieza de aliados contaminados e impopulares, el fortalecimiento del Movimiento Obrero y su avance como líder en el contexto mundial y en los organismos latinoamericanos con una política independiente del capital financiero internacional.

2) Socialismo. La instalación de un aglutamiento político que puede denominarse claramente como Socialdemócrata y que está compuesto principalmente por sectores de la moderación socialista nacional junto a toda un ala del radicalismo socialdemócrata (primer alfonsinismo), que está rompiendo con la vieja dirigencia de burocracia de derecha de la UCR., y también acompañados por importantes sectores de la iglesia que comienzan a ver en el FAP la oposición más sensata (De Genaro). No vislumbro otra posibilidad que esta fuerza crezca rápidamente y con mucho mayor campo que el FPV.

B) Importante: Se produce por primera vez una situación en la que los partidos casi “desaparecen” como vieja fuerza incidente en los procesos electorales. Tanto el FPV, como el FAP, como el ENCUENTRO, como el PRO, como PSUR, son fuerzas que no están apoyados en estructura partidarias tradicionales, sino que son de nuevo tipo y que están apoyadas fundamentalmente en liderazgos individuales y en gestiones directas. La nueva realidad de poder está sustentada en estructuras de tipo FRENTISTAS y de alianzas de Clases.
Hay una gran derrota del viejo peronismo burócrata.

Hay un persistente retroceso del radicalismo doctoral y comiteril, a pesar de constituirse seguramente en una tercera fuerza.
El llamado “progresismo” se distribuiría entre los dos polos antedichos pero sin francas posibilidades de permanecer con política propia y separada.
Las derechas en general no logran disputar con alianzas ni con votos la nueva corriente política nacional que está en contra de ellas.
La izquierda tradicional sigue dispersa y débil, a pesar de avances de algunos porcentuales positivos respecto de las elecciones anteriores.
La clase media sigue siendo disputada.

Juan Disante: 23/10/11 - A las 20

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