Marta Maffei, dirigente del Espacio Solidaridad e Igualdad (SI), gremialista docente y diputada nacional por Buenos Aires, (MC) 2003-2007, estuvo en el bar Lumiton, de Munro, el viernes, para hablar del agua como bien estratégico, junto a Teresa Malalan, titular de la Fundación Ecosur, y a Mariano Aguilar, abogado que encabeza la Asociación de Abogados Ambientalistas de la Argentina.
“La cuestión ambiental tiene una complejidad y un nivel de conocimiento necesario que no se pueden abarcar fácilmente, y nosotros desconocemos la química de infinidad de productos que contaminan”, dijo la dirigente del Espacio SI, Marta Maffei, en el bar de Munro.
Malalan, que abrió la charla, advirtió: “la degradación y la contaminación de las cuencas” no son independientes ni provocadas solo por las industrias y sus vertidos, sino por “la deforestación, las intervenciones urbanísticas y las modificaciones del suelo, todo producto de políticas públicas infructuosas”, que llevan años.
Por su parte el abogado Mariano Aguilar, promotor de un juicio contra la metalúrgica local, Diacrom –firma que actualmente espera que la gobernación provincial le apruebe un plan de remediación ambiental- resaltó “la importancia y la necesidad de unirse frente a los reclamos por el agua en diferentes zonas de la provincia y el país”.
A su turno, Maffei consideró que el agua “es un bien comunitario” y destacó que el acceso al liquido elemento por parte de la población “es un derecho humano”. Luego, con relación al sistema ambiental, señaló: “tiene nexos que hacen que un problema de otro país nos afecte a nosotros y a todos los ciudadanos del mundo”.
Maffei puso el acento en los medios masivos de comunicación y en la educación como instrumentos en las estrategias que elaboran los países poderosos para desembarazarse de industrias contaminantes. “Los medios de comunicación invisibilizan” los problemas ambientales, señaló la dirigente.
Sobre la educación, sostuvo que le compete “remover formas de pensamiento y de organización social” que promueven la devastación. Maffei indicó que los países desarrollados mandan sus industrias contaminantes a los periféricos bajo la máscara de “inversiones” y advirtió: “el poder está asociado a las formas de depredación”.
Luego puso de relieve que la contaminación del agua en la Argentina “viene por los agroquímicos y agrotóxicos” y dio como ejemplo que para obtener 1 kilo de soja exportable es necesario utilizar 2.300 litros de agua. “No le podemos echar la culpa al desconocimiento”, volvió a advertir la dirigente del SI.
Sobre el rol que le compete a los gobernantes, Maffei enumeró: no improvisar al momento de tomar decisiones; informarse para evitar manipulaciones; planificar; y que los entes “hagan cumplir las normas”. Sobre el lugar de la sociedad civil propuso “participar activamente en las formas de control social, cuidar el agua y prevenir la contaminación”.
En charla con Prensa Libre la dirigente social explicó sobre la incidencia vecinal: “No es el vecino individual ni el ingeniero más informado, sino la sociedad vecinal. El conjunto. Los que tienen que intercambiar ideas, tomar conocimiento, ver la forma de interactuar juntos. Encontrar esos espacios significa mucha creatividad y fuerza del conjunto de los vecinos”.
Para Maffei, además, “el vecino incide desde el voto. Para ver por quién vota. Cómo se informa para poner su voto, a ver si lo único que le interesa es que le arreglen la vereda o tiene otro interés; y después, cómo controla la gestión, cómo denuncia y cómo se reúne con sus pares para hacer acciones conjuntas. Esto no se revierte de a uno”.
Luego, la experimentada dirigente, desentraño: “Votamos a cualquiera y sabemos que es de lo peor. Luego pretendemos exigirle que cumpla normas éticas. Esto es contradictorio. Tenemos que pensar como ciudadanos. Organizarnos para demandar por derechos sociales, políticos, culturales. No una bolsa de comida. Sino por lo que establece la ley.”
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