lunes, 7 de junio de 2010

Alfonsín ganó pese a los pronósticos

Si toda victoria tiene un triunfador, en ésta se llama Ricardo Alfonsín.

Y como contrapartida, el derrotado principal fue Julio Cleto Cobos.

Contra todo lo esperado, porque se decía que Leopoldo Moreau y Federico Storani eran los ‘dueños’ del ‘aparato’, y desde el llano, Alfonsín se hizo con una amplia victoria en las elecciones interna de la Unión Cívica Radical de la provincia de Buenos Aires, que lo catapulta a la candidatura presidencial de 2011.

Se decía también que para que Alfonsín tuviera posibilidades debía darse una gran concurrencia, que superara ampliamente la fuerza del aparato. Pero tampoco fue así, la participación fue algo superior al 10%, lo que significa que el aparato apartó poco, o que ya no responde a sus antiguos dueños.

También se dieron algunas cuestiones llamativas. La popularidad de Ricardo Alfonsín a partir de la muerte de su padre, y el triste papel de Julio Cobos, cada vez más despreciado dentro del radicalismo, por sus traiciones reiteradas, sus idas y vueltas y sus escasas ideas. Claro que éste no es un sentimiento a nivel dirigencial, sino que se da entre los ‘soldados rasos’, los verdaderos artífices de la victoria.

Ahora queda por delante una gran tarea: primero concluir una autocrítica que quedó a medias, a partir del fracaso de un modelo antipopular encabezado por Fernando de la Rúa; y en segundo término, garantizar el crecimiento de una nueva camada de dirigentes, no comprometidos con los poderes económicos y mediáticos de turno, y embanderados con lo que fueron las premisas del radicalismo desde su origen: la voluntad popular por encima de cualquier interés particular.

RM

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