(Por Lic. Matías Cerdá – Nueva Generación) “La confrontación en relación al cuestionado proyecto del “Vial Costero”, ha llegado ya a niveles “peligrosos”.
Quienes entendemos la política como herramienta al servicio del bien común entendemos que es fundamentalmente en estos momentos llamar a reflexión a quien tiene en sí el poder de decisión, quien representa a su vez el problema y la solución, el Intendente E. García.
Este Intendente que está atravesando una fuerte crisis de identidad, fruto de la evidente baja de “popularidad”, recientemente echado de la UCR, alineado obsecuentemente al kirchnerismo, y cargado con 65 causas penales en su contra, y rodeado de un entorno de personajes que han vivido a costa del contribuyente en los últimos 24 años y que creen ser “más papistas que el Papa”, llevándolo inclusive a declarar que va a concretar el proyecto “cueste lo que cueste”, provocando la serie de protestas y denuncias de muchos vecinos que ven seriamente amenazada , una vez más, la calidad de vida de la población, tiene en sí la posibilidad de demostrar, en un gesto de grandeza, que entendió que no se puede administrar en contra de la voluntad de la gente.
Este Intendente debería comprender que las obras de envergadura, como esta, afectan al hábitat urbano en varias dimensiones, como por ejemplo el tránsito, la contaminación ambiental (sonora, química y visual), las áreas verdes y el drenaje de aguas. Se requiere entonces de informes de impacto ambiental públicos y sometidos a debate de la ciudadanía y no al capricho de algunos intereses de los cuales ante tanta obstinación caben todas las sospechas de involucrar intereses personales, claro está de índole económica.
Dar un paso atrás, deponer la actitud prepotente que lo ha caracterizado en los últimos tiempos, llamar a CONVERSAR, DIALOGAR y DEBATIR es el ejemplo que la ciudadanía necesita y que quienes creemos en la política como herramienta de desarrollo, justicia y equidad, necesitamos para que la gente vuelva a confiar en su dirigencia.
El Intendente debe comprender que de seguir con esta hostil actitud soberbia y prepotente daña no sólo su persona y su gestión sino también a la política en sí.
Por eso es que le pedimos que reflexione, que dar un paso atrás en pos de la búsqueda de consensos no es debilidad sino grandeza, que él tiene la solución en sus manos y que la gente repudia a los dirigentes y funcionarios que creen que gobernar es hacer lo que uno quiere.
Nosotros, que no nos resignamos a creer que con voluntad de trabajar por el bien común el consenso es posible, le pedimos que convoque a los vecinos y dirigentes a debatir y buscar un acuerdo, con humildad, con apertura, con oídos atentos a escuchar al otro, siempre con la predisposición a disentir y a coincidir.
Como en 1973, en Vicente López, se juntaban Perón (PJ) y Balbín (UCR), apuntalando las coincidencias por sobre las disidencias, sellando el acuerdo “La Hora de los Pueblos” al ratificar que “A la Argentina a salvamos entre todos o no la salva nadie”, en este mismo lugar también es posible construir un desarrollo sustentable entre TODOS, de cara a la sociedad, sin egoísmo, mezquindad, prepotencia y soberbia. Nueva Generación cree, apuesta y apostará a ello de manera permanente e irrenunciable.”