En sus habituales visitas a los barrios del distrito, el precandidato a Intendente por la Agrupación Nuevo San Martín, Alejandro Phatouros, concurrió a una invitación realizada por Mónica Montenegro en el domicilio de la calle Pelagio Luna al 1900 de Villa Ballester.
Allí tuvo la oportunidad de ser recibido por los moradores, quienes a su vez habían convocados a otros vecinos. El motivo principal de la reunión era plantear la situación de un grupo de sanmartinenses que tienen una condición merecedora de la más profunda solidaridad: están en la lista de espera para ser transplantados.
Phatouros escuchó a pacientes en tratamiento de diálisis y gente en lista de espera para transplantes de riñón, hígado, corazón, etc., quienes le manifestaron su lucha diaria, la necesaria contención familiar, los padecimientos y la alegría cuando cualquiera de ellos logra el ansiado transplante. Mónica, justamente una de las pacientes en esta condición, comentaba que solamente en San Martín hay 120 personas que padecen de la angustiante espera y que sería muy bueno poder realizar una reunión de fin de año, punto de encuentro para animarse mutuamente ante los mismos sufrimientos y la esperanza de poder superarlos.
Justamente los vecinos que se habían convocado en solidaridad por la situación descripta, pasaron también a los temas cotidianos y recurrentes de las zonas periféricas de San Martín. Estos tenían la necesidad de expresar los disgustos que vienen sufriendo por las condiciones en que se encuentra su barrio por el abandono institucional y las graves deficiencias en infraestructura urbana y servicios municipales.
Destacaron la importancia de que el dirigente se ocupe de oír sus problemas y de poner los medios a su alcance para darle solución dentro de sus posibilidades, o como debían encarar el reclamo ante aquellos que tienen la obligación de solucionarlos.
Finalmente, se pudo realizar la tan ansiada fiesta en el salón de la Escuela Nº 21 (9 de Julio y Mónaco - José León Suárez). La celebración, una manera de darse apoyo mutuo y confianza, contó con la concurrencia de más de 200 personas entre pacientes en lista de espera, sus familiares, los médicos y enfermeros que día a día los contienen, y transplantados, que con su experiencia exitosa ayudan y estimulan a quienes todavía esperan. Una fiesta de amor, esperanza y solidaridad. Phatouros junto a integrantes de la Cooperadora de la querida escuela se fueron con la sensación gratificante de la tarea cumplida.
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