de www.infoanpress.com Hace rato que el multimedios Clarín dejó de ser una fuente informativa o un medio de información para convertirse en “sujeto de la información”. El cambio no es menor porque al trastocarse en ese rol en el periodismo, a las noticias o informaciones que difunda el multimedios deberá anteponerse el necesario sujeto: “El Grupo Clarín dijo…” Por caso, en la edición de hoy, el matutino le ofrendó a la asamblea de la SIP, escenario netamente opositor al gobierno K, cinco páginas, en un revival de acusaciones y supuestos ataques que sufre por parte de allegados al kirchnerismo, aún cuando está en discusión si el conflicto con los camioneros es una acto de censura o una puja gremial-patronal.
Hace varios años, un dirigente radical e importante en el gobierno del entonces presidente Raúl Alfonsín, -César Jaroslavsky, de él se trata- definió a los empresas periodísticas de la siguiente manera: “Atacan como partidos políticos y si les contestás, se defienden con la libertad de expresión”. El Grupo Clarín, y La Nación que va a su cola, y menor medida el Grupo Uno de Vila-Manzano, rifaron la credibilidad ante la opinión pública que todo medio debe tener. Ignoran que el perjuicio no es contra ellos mismos –reflejado en la caída de las ventas- , sino para el periodismo en general. La estrategia desplegada por estos grupos se asemeja a la que desde años hacen los partidos políticos, pero con un dato más a su favor: pueden difundir la información que les plazca.
No es menor el escenario que montó ayer el multimedios en la asamblea de la SIP. Congregó a todos los propietarios de medios de prensa de Latinoamérica, de dudosa imparcialidad, sin entrar en antecedentes históricos que no habla bien de estos empresarios que apoyaron el golpe de Estado en Chile contra Salvador Allende. El escenario político desplegado reunió al vicepresidente Julio Cobos, enemistado con el gobierno K, quien de paso transmitió cierta esperanza de que después del 10 de diciembre se modificará la Ley de Medios Audiovisuales. Muchas veces se insistió desde este portal, que “todo tiene que ver con todo” y el nacimiento de enojos, ataques y defensas, empezó con aquella ley sancionada por el Congreso. A confesión de parte –Cobos-, relevo de prueba, dicen los abogados.
Al pensamiento único congregado en un hotel de Puerto Madero, se sumó el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti. Recordemos que el juez del máximo Tribunal recibió en su domicilio particular al CEO del multimedios, Héctor Magnetto y a su segundo, José Aranda. El encuentro, que nunca fue desmentido por los protagonistas, se produjo antes de la sanción de la nueva ley de medios. El motivo: los empresarios sondearon al magistrado acerca de la posibilidad de que la Corte declare inconstitucional a la ley. Dicen que Lorenzetti eludió compromisos y no dio garantías. El protagonismo que los diarios le están ofrendando al juez, que no escatima en posicionamientos que caen como anillo al dedo a los empresarios mediáticos, es un dato importante y del que el gobierno ha tomado nota.
La SIP, que por tercera vez realiza su asamblea en el país –algo inédito- fue el punto de encuentro de los editorialistas más importantes de estos diarios para que desplegaran su verborragia contra el gobierno: El politólogo Botana y los periodistas Van der Kooy y Morales Solá, y otros de menor talla.
Fuente: www.infoanpress.com
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